Delirio – Laura Restrepo

delirioAunque soy de las que se dejan guiar en cuanto a recomendaciones literarias, a veces me gusta improvisar y arriesgar a la hora de elegir lectura. Cuando termino un libro, siempre tengo una lista larga de pendientes que no hace más que aumentar precisamente por esas improvisaciones. Así he descubierto una novela que me ha atrapado y una autora a la que me quedan ganas de seguirle la pista.

Delirio (2004) es una novela mágica, en el sentido más amplio de la palabra. No, no hay elementos sobrenaturales ni ficcionales. Es una historia completamente realista, pero con toques y detalles que la hacen exquisita. Si en un primer momento desborda por lo desconcertante, a medida que avanza despliega todo su poder de atracción para atrapar al lector. Es indudable que bebe de esa gran tradición del realismo mágico, en esos elementos que esconden la realidad y la hacen cuanto más atractiva por incomprensible.

Dime cómo es el cielo de nuestro verano, cómo se amontonan sobre nosotros estas nubes redondas y lanudas como ovejas, cómo en lo hondo de tus ojos se apacigua, mansa, mi alma, se obstinaba en preguntarle a la abuela Blanca el abuelo Portulinus.

¿Qué nos cuenta? Aguilar, un profesor que vende enciclopedias para sobrevivir, vuelve a casa después de cuatro jornadas de viaje por trabajo y descubre que la mujer con la que vive ha perdido la razón y se mantiene en un obstinado silencio que alterna con brotes violentos. Aguilar, desconcertado, dolido y enamorado comienza a indagar para poder entender las circunstancias que han arrastrado a Agustina a la locura y poder ayudarla a superar el momento de delirio, a la vez que comienza una desesperada odisea para remontarse a los últimos lugares y personas con las que su amada se cruzó antes de la crisis.

Y ahí que nos vemos, pasando las páginas para seguirle la pista a la locura de Agustina, porque sí, Delirio es una locura de historia en la que todo se entrecruza y se entremezcla, en la que no sacamos nada en claro más que esa sensación de si no serán los locos, los que viven al margen, los únicos cuerdos en esta vorágine de realidad. Laura Restrepo nos lleva con pasmosa facilidad de la mano de cuatro voces diferentes que alguna vez han tenido relación con la protagonista. Una es la de Aguilar, el más desesperado y por momentos el más desesperanzado de los hombres. Desde la incomprensión, pero desde la más profunda aceptación, intenta convivir con la locura de Agustina y la personalidad y particularidades de la tía Sofi que aparece de la nada para ayudarlo a pasar el trance, y todo mientras no ceja en su empeño de entender qué ha desencadenado la crisis. Midas, ex-amante de la protagonista y a todas luces aún enamorado de ella, nos presenta el lado más oscuro de esa Colombia corrompida y oscura de los años 80, en donde todo lo que parece de oro está recubierto de falsedades y oquedades oscuras en las que la droga, el blanqueo de capitales, el manejo político son el pan de cada día. Una Colombia que es no sólo telón de fondo, sino también protagonista de ese «delirio» que impide a sus ciudadanos vivir en paz, siempre atentos a los horarios que establece la guerrilla, al sonido de las bombas, al miedo de no volver un día a casa. Y la voz más íntima de Nicolás Portulinus, la voz familiar que nos traslada a los inicios de Agustina, a ese primer eslabón en el que la cordura se rompió y que sus descendientes pudieron haber heredado. Quizá el primero en tener una sensibilidad especial, en detectar todo lo que de incomprensible tiene el mundo.

Ahora tiene un gesto permanente como de pelo en el plato, un rictus que es al mismo tiempo de sorpresa y de asco; el reverso de una sonrisa, el aleteo de un desengaño. Y yo me pregunto hasta cuándo.

La nueva literatura latinoamericana está plagada de voces jóvenes, plumas que vienen de una tradición con un poso y una calidad difíciles de superar. Están logrando hacerse un hueco en el panorama literario a fuerza de originalidad en los planteamientos, estilos trabajados y un bagaje social y cultural que aportan un aire muy fresco y muy necesario en sus países, dejando traslucir qué piensan del mundo y de su tierra, rescatando las particularidades de cada lugar y poniéndose a través de la literatura al frente de una revolución cultural que quiere tener voz y voto en un mundo cada vez menos preocupado por la diversidad de voces. Y que son también, de alguna forma, llamadas a ser megáfonos de los cambios que se necesitan. Novelas que son críticas realistas, cada vez menos veladas, a un pasado reciente lleno de mentiras, tejemanejes políticos y miedos que ya huelen a rancio y del que se quieren desprender.

Hay lugar para todo en esta novela: para los estragos de la ira y la violencia familiares en cada uno de sus componentes, para el patetismo y la ternura de un amor maduro, para los entresijos que hay detrás del mundo de la política y del narcotráfico. Un hilo de ironía, pero con mirada limpia y sincera recorre todas sus páginas y hacen de Delirio una novela que merece ser destacada, leida y disfrutada. Laura Restrepo consigue lo que ya otros quisieran con una sencillez y una poesía que parten desde la realidad y nos arrastran a un mundo de pequeñas locuras, de delirios cotidianos e históricos que conforman el carácter de Agustina en el caso de la novela, pero que podemos ser cualquiera de nosotros en nuestra tierra, con nuestras circunstancias y situaciones. ¿Acaso podemos afirmar sin sombra de duda que estamos cuerdos del todo?

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